 La crisis mundial desatada por la pandemia del COVID-19 impulsó uno de los mayores crecimientos de la historia en inversión de tecnología. En términos generales, el gasto destinado al área de Tecnología Informática (TI) escaló en una media del 5 % durante los tres primeros meses desde el inicio de la pandemia, a medida que las organizaciones se vieron obligadas a cambiar sus estrategias de venta, invertir en ciberseguridad y trasladar a gran parte de su fuerza laboral al trabajo remoto. La nueva realidad interpela a los países de la región a reconocer la importancia de la ciberseguridad como elemento crucial para impulsar su desarrollo.
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